¿Que podemos hacer con las rabietas?
Seguro que habéis oído hablar de las rabietas y tenéis una idea acerca de lo que son pero… ¿Cómo podemos actuar ante ellas?
Hoy os damos unos consejos que ayudaran a aumentar o disminuir las rabietas, tanto en intensidad como en frecuencia.
⠀
✅Como ayudar en una rabieta
⠀
– Entender que es una etapa normal del desarrollo, no nos está intentando fastidiar, está aprendiendo a gestionar sus emociones.
⠀
– Esperar y dejar que se relaje, para que pueda aprender a gestionar sus enfados y gane autonomía: “te espero cariño, cuando quieras, podemos hablar”.
⠀
– Respetar su espacio, no agobiar. Ni dando sermones ni corporalmente, preguntar si quiere que se le abrace en lugar de hacerlo directamente.
⠀
– Validar su emoción: “entiendo que sientas enfado” “es normal que sientas estas cosas”.
⠀
– Después de la rabieta, hablar de lo sucedido: “¿qué emoción has sentido, mucha rabia, quizás tristeza?”
⠀
⚠️ Cómo aumentar las rabietas.
⠀
– Ceder ante su demanda material. El niño o niña aprenderá que mediante la rabieta puede conseguir premios “si dejas de llorar te lo compro”. Eso no significa no consolar, no abrazar o no hacerle caso, pero es importante hacer eso poniendo límites de forma cariñosa y respetuosa.
⠀
– Decirle que deje de llorar. A la larga aprenderá que no debe expresar sus emociones y saldrán en forma de rabia: “llorar es de niños/as pequeños/as”.
⠀
– Dar sermones y explicaciones, puesto que, en el momento álgido de la rabieta, el niño o niña no nos va a escuchar.
⠀
– Gritar o enfadarse: el niño o niña entenderá que somos el modelo a seguir y que “quien se enfada más” tiene la razón, facilitando la aparición de más rabietas (y más intensas).
⠀
💚 Cada niño y cada niña es diferente y es importante adaptarnos a sus necesidades.
La rabia
Una de las emociones que más nos activan y más nos impulsan es sin duda la rabia. Pero, ¿es útil la rabia? ¿Es positivo enfadarse?
Imagine que tiene un huerto, y que le dedica horas durante semanas para preparar la tierra, comprar y plantar las semillas, regar las plantas, vigilar plagas, podar cuando es necesario, poner cañas para que éstas crezcan, limpiar las plantas, conseguir que aparezcan tomates , que a éstos les dé el sol para que se pongan rojos; E, imaginad que después de todo este esfuerzo, de meses de duro trabajo, un domingo por la mañana, llegue al huerto con todo preparado para recoger sus tomates… Y ve que no hay ninguno, que alguien ha pasado antes que vosotros y se los ha llevado.
.
Lo que ha pasado es injusto, y ante la sensación de injusticia aparece la rabia, y la rabia nos ayuda a poner límites, a proteger el campo para que no nos puedan robar los tomates, a luchar por nuestros derechos.
Lo importante aquí es, también, aprender a expresar la rabia de forma sana y sin dañar a nadie.
.
¿Y vosotros? ¿Os habéis sentido con mucha rabia, pero no lo habéis sabido expresar? ¿A veces os expresáis de formas que no han ayudado a resolver el conflicto?